Marcio Kogan, hacia un nuevo estilo de la arquitectura brasileña

Existen personas en el mundo capaces de fundir dos pasiones en una y crear grandes híbridos artísticos, como lo es el caso de Marcio Kogan, quien al aplicar su amor por la cinematografía a una profesión como la arquitectura, da vida a nuevas formas de sentir y experimentar los espacios.

 

 

Marcio Kogan, arquitecto y cineasta fundador de MK27 Studio.

 

Marcio Kogan nació en Sao Paulo, Brasil el 6 de Marzo de 1952. Es el hijo de Aron Kogan, un ingeniero famoso en los 50’s y 60’s por el diseño y construcción de varios edificios altos en Sao Paulo como el Edificio São Vito y el Edificio Mirante do Vale, de quien heredaría el gusto por la arquitectura brasileña de siglo XX.

Fundador del Studio Mk27, renombrado así en el 2001 (creado originalmente en 1980). Es considerado uno de los arquitectos contemporáneos más importantes de Brasil.
A lo largo de los años el Studio MK27 ha logrado grandes reconocimientos a nivel internacional, contando con proyectos construidos en países como Perú, Uruguay, Chile, Estados Unidos, Canadá, España, Portugal, Suiza, India, Israel e Indonesia.

 

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Fotografías por Nelson Kon – Casa V4 

 

 

Según Kogan, Studio Mk27 más que una firma, es un esfuerzo colaborativo e interdisciplinar en donde cada uno de los arquitectos de su gabinete, cuentan con el mismo rango de creación en cada fase y cuyo trabajo involucra grandes dosis de diseño industrial, además de elementos de la cinematografía y de la arquitectura tradicional; para obtener como resultado de esta simbiosis, un diálogo sereno entre el contexto, la edificación y sus elementos con quién la habita.  

 

 

Para el Studio Mk27 el ejercicio personal entre el cliente y el arquitecto, incluye una profunda atención por los detalles y en donde cada miembro del equipo de diseño trabaja como artesano para obtener el mejor resultado. 

 

 

Los proyectos de Kogan son caracterizados por su detalle arquitectónico, simplicidad formal, fuerte relación entre el interior y el exterior, gran confort climático a través de una sostenibilidad pasiva, el uso de volúmenes puros, la aplicación de elementos tradicionales como las mashrabiyas y por diseñar planos internos funcionales. Además de eso, favorece el uso de materiales crudos como la madera, el concreto y la piedra. En sus proyectos hay casi siempre una referencia a la arquitectura moderna Brasilera de quien Marcio se declara fan empedernido. Las estructuras de concreto en muchos de sus trabajos actúan como puentes con el modernismo tardío de Sao Paulo.

 

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Arriba: Fotografía por Fernando Guerra – Casa MM  /  Abajo: Fotografía por: Nelson Kon – Casa Toblerone

 

 

Su trabajo ha revitalizado a su ciudad natal, tomando las riendas de la arquitectura contemporánea brasileña de las manos de sus predecesores modernistas: Los fallecidos, Oscar Niemeyer, Lucio Costa y Lina Bo Bardi.

 

Al principio de su vida contó con la influencia de su padre, quién lo llevaba a de vez en cuando a sus obras en construcción, visitas que perduraron hasta el día en que falleció. Para ese entonces, Marcio solo era un niño de 8 años, a quien el mundo paso de ser un film en un cromático tecnicolor a una película en blanco y negro. 

 

Kogan, decidió ser cineasta a sus 17 años, aquel día en que fue al cine y vio por primera vez “The Silence”, una película dirigida por el celebré cineasta Ingmar Bergman. —“Me sentí conmovido al ver que todos mis sentimientos estaban siendo mágicamente proyectados en esa pantalla blanca. Por primera vez me di cuenta de lo que significaba la palabra “Arte”. Me fui del cine viendo el mundo a color otra vez”.

 

Esta experiencia fue la que lo obsesionó con el cine, razón por la cuál a sus 18 años al principio de su carrera dividía su tiempo entre sus dos pasiones: la arquitectura y el cine

 

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Modern Living, un film de Marcio Kogan y Lean Van Steen

 

Durante esta fase creativa y en compañía de su socio y amigo de la universidad Isay Weinfeld, realizaron 13 cortometrajes en Super 8 entre los años 1973 y 1979 haciéndolos acreedores de varios premios en festivales nacionales. En 1983 los dos hicieron otro cortometraje, ahora en 35mm Idos com o Vento” que recibió un premio en el Festival Gramado y en el Cine Iberoamericano de Huelva en España. Cinco años después lanzaron su primer y único largometraje Fogo e Paixão” el cual ayudó a Marcio a entender que su vida estaba en la arquitectura y no en el cine, no por falta de capacidades sino por la gran dificultad que hay en hacer cine en Brasil.

 

“Fue en ese momento en que dudé si iba a ser un arquitecto o un cineasta, después de la película estaba totalmente en la quiebra, vine a mi oficina y comencé de nuevo mi carrera en la arquitectura. En ese momento, cuando comencé a hacer películas – después de 10 años de haberme graduado- tenía algunos clientes, pero después de ese fallido largometraje lo perdí todo, nuestra película tuvo una cantidad de éxito razonable, pero la industria del cine estaba en sus fases iniciales, no muy profesional, yo sentía mucha presión y perdí mucho dinero. No había ido a la oficina en un año y medio, así que decidí en ese momento recomenzar mi vida, esta vez como un arquitecto”.

 

Todas sus películas tienen una fuerte relación con el humor, chistes visuales expresados por la interacción de los personajes con el escenario. La relación entre humor y arquitectura inquietaba al dúo que desde 1988 hasta 2004 concibieron 5 exposiciones correlacionando estos dos, más tarde, Marcio reconocería la imposibilidad vinculante entre ellos.

 

“Una cosa que fue casi imposible es que las películas son en mayoría comedia, y la arquitectura está completamente vacía de humor, a veces en alguna clase en la escuela me preguntaban ¿Dónde está tu sentido del humor? Y yo nunca sabía como responderles. La arquitectura y la comedia no hacen juego, no pueden, solo en algunos casos y el resultado es una arquitectura muy extraña».

 

Desde el inicio de su carrera arquitectónica se vio permeado por su devoción al cine, ejemplo de esto es el edificio que hizo junto con Weinfeld, The Goldfarb House” en 1989, que traía referencias de la Villa Arpel de la película My Uncle” dirigida por Jacques Tati, quien producía una crítica muy profunda e incisiva al modernismo, acerca de las contradicciones en los espacios modernos inhabitables. Sus escenarios desde las casas hasta los espacios urbanos son verdaderas obras maestras arquitectónicas.

 

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Arriba: Fotografía por Fernando Guerra – Casa P / Abajo: Fotografía por Arnaldo Pappalardo – Casa Gama Issa 1.0

 

Además del director francés, también vale la pena mencionar la influencia que tuvo Michelangelo Antonioni en Marcio Kogan, la manera del director italiano de ver y producir arquitectura, su rico trabajo visual, sus personajes que además de tener una personalidad y contar con una historia propia son percibidos como formas en la composición; en la obra de Kogan esta referencia se puede apreciar mejor en el juego de las siluetas percibidas entre divisiones y paneles.

 

“La arquitectura siempre está absorbiendo influencias de diferentes áreas del conocimiento. Absorbe de la cultura contemporánea, así sea indirectamente. Los edificios pueden transmitir la atmósfera, “el mood” de otras cosas como la producción cultural que no necesariamente lidia con la construcción. Fellini es otra fuerte referencia acá. Fellini tiene una carrera que absorbió mucho del conocimiento existente acerca del espacio arquitectónico. Quizá por eso hizo un trabajo tan impactante para la arquitectura. Él no solo sabía esto – de manera técnica- a través de la iluminación y por los medios de la representación del espacio a través de la construcción de enormes escenarios, pero también en una manera más literal, eso se ve reflejado cuando filmó la película “Roma” en 1972″.

 

Marcio describe su estilo como algo que toma elementos cinematográficos prestados:

“Hay muchos elementos del cine que he transferido a la arquitectura. Las proporciones están muy conectadas a la forma en como se ve a través de un viewfinder, la escena, la iluminación, no solo la luz artificial sino la importancia de la luz en si misma. Incluso el elemento de traer algo de sorpresa o emoción”

En el 2012, Studio MK27 representó a Brasil en la Biennale de Venecia. Fiel a sus raíces cinematográficas, Kogan dirigió una serie de cortometrajes que representan la vida de las personas que habitan dentro de sus famosas casas.

 

 

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Fotografías por Fernando Guerra – Casa Lee 

 

Para este proyecto trabajó en asociación con el productor de cine Lea van Steen para filmar las tres piezas que componen el proyecto titulado Modern Living” basado en una película de la Bauhaus dirigida por el fallecido arquitecto Richard Paulick.

 

La película gira alrededor de la Casa P”, una casa familiar que comprende bloques de hormigón rectilíneos que parecen estar apilados uno encima de otro en ángulos perpendiculares, para esto Kogan usó técnicas cinematográficas que aprendió en su temprana carrera de director de cine para llevar a cabo su visión. Una de las piezas es narrada por los ojos del gato de la casa, mascota de la familia observada, mostrando como el gato camina por los bordes sobresalientes de baldosa y por cada una de las habitaciones y alrededor del jardín.

 

Suzana Glogowski, una de las arquitectas que trabaja en Studio MK27, explica esta serie de vídeos como una forma divertida en que el equipo de trabajo podía mostrar el día a día de una de nuestras casas, donde la arquitectura no es importante”

 

En la publicación The Guardian, en un artículo llamado Memo to Venice Architecture Biennale: architecture before architect, per favore” escrito por Steve Rose, se menciona la instalación de Kogan de manera muy positiva:

 

“…Pero mi pieza cinematográfica destacada de la Biennale tendría que ser la divertidísima instalación en el pabellón nacional de Brasil, en el cual los visitantes miraban a través de una variedad de huequitos en los dos lados de una pared negra larga. En cada hoyo hay pequeños mini-dramas en video grabados en diferentes y lujosas casas en Sao Paulo diseñadas por Marcio Kogan. Como James Stewart en La Ventana Indiscreta”, observamos de manera voyerista las acciones de los habitantes. Una pareja se tienta entre si en la habitación, pero avanzando, en otro hoyo, vemos a la misma mujer recibiendo un íntimo entrenamiento con su instructor de gimnasio. La mucama le lee una historia a su hijo en su cuarto, después la vemos escapándose para fumar un cigarrillo en el exterior. Es genial, divertido y te da un tour de un edificio en una novela, de manera provocativa….”

 

Aunque al inicio de su carrera, Kogan tuvo que dividirse entre el cine y la arquitectura, su futuro integrando ambos, parece ser mucho más que prometedor.

 

“Hay una gran relación entre cine y arquitectura, ambos tratan de evocar emociones y de llevarte en un viaje que no sea aburrido, no hay humor en la arquitectura, pero quizás debería haberlo”.

— Marcio, Kogan.

 

 

FILMOGRAFÍA

 


 

Paula Rendón

Guionista y directora de cine. Columnista de la Revista Infinity Lab, definiendo su estilo en cada rodaje y reportaje.